Comparto el descontento que he ido apreciando en las últimas horas sobre la concensión del Balón de Oro a Leo Messi, no porque no sea un gran jugador (creo que el mejor del mundo en este momento), ni porque no lo merezca por su trayectoria, pero me parece que en esta ocasión debió de dársele, bien a Andrés Iniesta, no sólo porque ha sido el autor material del triunfo de España en el Mundial, sino por sus cualidades técnica y humanas, o a Xavi Hernández, cuyos méritos futbolísticos y personales tampoco es necesario resaltar.
Los tres, ya digo, eran merecedores, pero como sólo puede ser uno, Leo Messi ya lo había conseguido el pasado año. Por eso pienso que tal vez hubiese sido preferible que se le otorgase a Xavi, ya que Iniesta es más joven y tiene posibilidades de conseguirlo en posteriores ediciones.
De cualquier manera debemos congratularnos de que haya recaído en el fútbol español, lo cual indica su buen momento, y sobre todo del Barça.