jueves, 9 de febrero de 2012

Pronósticos, miedos y tempestades

Salvo las excepciones que confirman la regla, en invierno siempre llovió, nevó e hizo frío, al revés de lo que pasa durante el verano. Y sigue ocurriendo, con la particularidad de que antaño no teníamos televisión, ni hombres del tiempo para predecir la meteorología con base científica, y los únicos que la vaticinaban, a corto plazo y con mayor o menor acierto, eran lugareños fulgurados por nubes y tradiciones, o lo que profetizaban los calendarios, 'Zaragozano' y 'O gaiteiro de Lugo'. Por eso no sabíamos en el presente lo que iba a suceder dentro de cuatro o cinco días, que con significar ahora una ventaja tampoco deja de ser un inconveniente, porque los adelantos alimentan la confusión y muchas veces la exageración. Caen cuatro copos de nieve o sopla el viento y saltan todas las isobaras; el caos está servido con advertencias de que el fin del mundo está próximo, como si no fuese lo normal en esta estación. Está bien prevenir pero no a costa de aterrarnos, consiguiendo que arrecie el temporal antes de que arrasen las tempestades. 

1 comentario:

  1. "¡Hace cincuenta años que no hacía este frío!" se dice habitualmente.
    O sea, que hace cincuenta años sucedía exactamente lo mismo que ahora. No hay nada nuevo bajo el sol.
    Un saludo desde mi mejana

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