Costó, pero se despejó la incógnita; no así el incierto futuro del PSOE, de si el zapaterismo marcará la pauta a seguir, más de lo mismo a falta de un debate regenerador serio y profundo, por mucho que se diga lo contrario, o si el sucesor utilizará su refulgencia camaleónica para desviarlo de su itinerario caduco. Lo único seguro es que no habrá un ZP con faldas, tal y como calificó Rodríguez Ibarra a Carmen Chacón, dispuesta a sellar un continuismo que no enmascaró en sus proclamas; sí un nuevo líder que tendrá complicado sacudirse de lastres pretéritos, pues tampoco renunció nunca de los principios zapateriles; fue por tanto cómplice y ejecutor de un periodo de gobierno fracasado que nunca podrá ocultar por mucho que trate de maquillarlo. La suerte está echada y sólo cabe pedir que cesen las luchas intestinas en aras del un partido opositor fuerte, el que necesita el país, creíble y capaz de aportar soluciones y contrapesarlas con las del Gobierno. Dentro de lo que había, no parece la peor solución, pero será el tiempo quien lo determine.
"mais do mesmo".. Amigo esta frase galega resume mucho tu pregunta. Saludos
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