De sindicalistas a vulgares raterillos

Si la intención de los sindicalistas andaluces (SAT) es glorificar su estrategia expropiatoria reincidiendo en ensayos de pillaje, con el asalto supermercados y fincas, es dudoso que lo consigan, porque el único mensaje que logran transmitir es el de vulgares raterillos. Tales digresiones ni son ejemplarizantes ni con ello van a alcanzar el objetivo que dicen perseguir, entre otras razones porque sus víctimas, los centros comerciales y demás, no son precisamente los que tienen capacidad de decisión para resolver sus dificultades. Eso sí, llaman la atención y se habla de ellos, aunque sea para mal, lo que seguramente les importa poco. Y las consecuencias penales no les quitan el sueño. Suelen recibir de la Justicia un trato benévolo o de consentimiento del que no disfrutan, por ejemplo, los que tienen que robar para comer; en este caso sí se entendería que se les confiriesen atenuantes o eximentes proporcionadas con su estado de necesidad, y no con algaradas y estrategias programadas.