Más castellano que catalán

PARECE evidente que aplicar el palo y tentetieso como instrumento represivo para inyectar credos y actitudes no es ni suficiente ni conveniente, porque suele surtir el efecto contrario. La Generalitat mantiene el método de la prohibición y la sanción (rótulos en escaparates, imposiciones en colegios e instituciones…) para que el catalán sea lengua predominante o cuasi única, pero una encuesta realizada por el propio tripartito evidencia los malos frutos recogidos: en el área metropolitana de Barcelona el uso del español dobla el del catalán, y en toda la comunidad, el idioma de Cervantes, aventaja en diez puntos al autóctono, aunque quizá lo más significativo es que los encuestados con edades entre los 15 y los 29 años, cuya lengua vehicular de aprendizaje fue el catalán, también confirman una inclinación positiva hacia el español de 12 puntos. No sé si la nueva ley de Educación corregirá la tendencia, pero los rebotes auguran más dificultades de las previstas.

(El Progreso, 5/7/09)