NO HAY DUDA de que un paseo hasta el nuevo hospital, Galegos arriba, es placentero y reconfortante para quienes disfrutan de una caminata, pero se supone incómodo si se trata de un desplazamiento obligado, como obviamente lo será el de las personas que utilicen el centro sanitario. Quiero decir que no se podrá prescindirse del transporte público o particular, y en ambos casos se plantean algunas incógnitas. Por lo que se refiere a los buses urbanos, es evidente que la frecuencia de veinticinco minutos es insuficiente, e incluso podría serlo si se ofrece un servicio cada cuarto de hora. Y en cuanto a lo segundo, mal se entiende que se pretende cobrar el aparcamiento, una pretensión demasiado gravosa y abusiva al intentar rentabilizar un espacio público (de todos) que fue cedido por el Ayuntamiento. Lo más sensato es que el Sergas renuncie a hacer negocio porque ya se nos exprime lo suficiente con otras tasas e impuestos sin que se inventen nuevas fórmulas recaudatorias.
(El Progreso, 16/4/10)
No hay comentarios:
Publicar un comentario