EN PRINCIPIO no pasa de ser un contratiempo doméstico, importante para quienes lo padecen, como es natural, pero sin la repercusión que podría alcanzar en el caso de que aparezcan otras denuncias similares. No es normal que una comunidad de vecinos permanezca (o permaneciese) mes y medio sin ascensor por la falta de entendimiento entre la empresa eléctrica distribuidora, Begasa, y la que comercializa el servicio, Fenosa en este caso, pasándose la pelota sin proporcionar el suministro de corriente para ponerlo en marcha. Precisamente es lo único que faltaba (ahora que cobran más), que se multipliquen las dificultades tras diversificarse la gestión, más cuando cada vez es más lioso que se resuelva un problema técnico o que se atienda una reclamación. Se echa en falta el contacto directo para exponer las deficiencias, ya que el teléfono resulta ser un medio complicadísimo, por lo que se tarda en contactar y porque la atención al cliente, con la barrera del auricular, no siempre es la más correcta.
(El Progreso, 12/5/10)
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