UNOS celebran sus exabruptos, sus boutades, sus excesos verbales; a otros no les hace ninguna gracia y no los ríen; eso sí, Diego Armando Maradona no resulta indiferente a casi nadie, aficionado o no al fútbol. Maradona sigue siendo Maradona y sus opiniones futboleras nunca pasan desapercibidas, como ahora cuando prefiere que España sea señalada como candidata para ganar el Mundial de Sudáfrica, y que no lo sea su equipo: “Si te dan como candidato, la cagaste”, afirma. La apreciación del Pelusa está cargada de razón; suele ocurrir que los favoritos (a lo que sea) no siempre culminan el éxito sus pretensiones, sino que acaban su peripecia antes que los que no lo eran. Supongo que Del Bosque no participa del optimismo mediático que, en exceso, se transmite, pero aunque no lo quiera, puede que acabe inyectando a los jugadores un exceso de confianza que puede ser su peor enemigo, más que los propios rivales. No se trata de renunciar a nada, sino de creérselo, incluso habiendo motivo.
(El Progreso, 24/5/10)
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