Cien mil ancianos duermen atados en geriátricos españoles

LA MUERTE de dos ancianos en un geriátrico de Madrid, uno de ellos de Mondoñedo, olvidados en una furgoneta, vuelve a disparar todas las alarmas sobre los abandonos y malos tratos que padecen muchos de los cuatrocientos mil mayores que viven (o malviven) en instituciones, públicas o privadas. Son 5.500 en España y circula un informe según el cual más de cien mil ancianos duermen atados. Y lo más triste es que se trata, al parecer, de una práctica admitida y, para más inri, legal, cuando en Europa la tendencia es erradicar el uso de tales sujeciones. Otro documento, este del Consejo del Poder Judicial, alertó también de abusos y malos tratos a personas mayores en este tipo de residencias, y no será precisamente por lo poco que cobran, siendo el coste medio de 1.710 euros mensuales, más del doble de la pensión de muchos de los acogidos. Se mire como se mire es, dicho con suavidad, un trato humillante para quienes no pueden defenderse ni siquiera rechazarlo. Algo podría hacerse, digo yo.