Galicia padece los efectos de la primera nevada del otoño, que no aún del invierno, y sufre consecuencias importantes porque ha llegado con fuerza, y sobre todo porque supone un hándicap importante para poder circular libremente por las carreteras, muchas de las cuales permanecieron colapsadas a lo largo de toda la jornada. Miles de niños se quedaron sin colegio, porque el transporte escolar fue sin duda uno de los servicios más afectados, y más si se trata de comarcas montañosas, como abundan en las provincias de Lugo y Ourense. También lo pasan mal cientos de personas que permanecen aisladas en sus viviendas en esas zonas, aunque ya están habituados a ello y por eso les resulta más llevadero.
La fotografía que ilustra el comentario la tomé a primera hora de esta mañana, poco después de las primeras tormentas, y puede verse la estación de Lugo, con dos trenes detenidos, quizá esperando información por si existía alguna dificultad para poder continuar su marcha en dirección a A Coruña, aunque es raro que ocurra en las vías férreas.
Ahora, cuando está anocheciendo, sigue nevando con fuerza y se prevé una noche cargada de dificultades para quienes tengan necesidad de desplazarse por razones de trabajo.
Muy bucólico, precioso. Con lo que no contábamos es el lio en el que nos han metido los controladores aéreos. Media España está colapsada entre frío, nieve y ahora los aviones. Creo que los billetes de tren está agotados.
ResponderEliminarUn abrazo