El que la Audiencia Nacional haya anulado la orden ministerial sobre el tan traído y llevado canón digital estimula para seguir creyendo en la tan denostada Justicia, porque en verdad se necesitaba reparar un daño producido por una decisión descabellada que el Gobierno logró sacar adelante para compensar a la confradía dela ceja a través de la abusiva Sociedad General de Autores, en pago a los favores que de ella había recibido el partido socialista. ¿Cómo es (era) posible cobrar una tasa por un soporte virgen sin que se supiese si iba a ser utilizado en una descarga ilegal o utilizado en otros menesteres? No tenía pies ni cabeza y ya el Tribunal de Estrasburgo había fallado en contra.
Lo que no entiendo es por qué la Audiencia Nacional (dice que no le compete) no se pronuncia para que el dinero cobrado indebidamente sea restituido, como ocurre siempre cuando una sentencia determina la culpabilidad de un ladrón, sea por robo, hurto o apropiación indebida. Lo primero es restituir lo robado, a no ser que se declare insolvente al autor, que no es el caso en este caso, valga la redundancia.
Y la ministra Sinde, dale que te pego al decir que el fallo de la Audiencia Nacional no tendrá apenas incidencia. ¿Por qué esta señora es tan tozuda? ¿Tantos son sus intereses como para no dar el brazo a torcer?
Pueden estar satisfechos quienes propulsaron los recursos, porque además de lo que suponía en sí para el bolsillo de todos nosotros, estaba el hecho, una descarada tomadura de pelo en beneficio de unos señores que tienen sus derechos, pero no el derecho de reírse del resto de la ciudadanía.
Eso, eso, que ¡ya está bien de mantener vagos!
ResponderEliminarMi opinión es que cuando uno compra algo adquiere la propiedad total sobre aquello por lo que ha pagado el precio que le han pedido.
Pero en este caso parece ser que solo adquieres el derecho a leerlo, escucharlo o visionarlo.