Debe ser verdad que el hambre y la necesidad agudizan el ingenio para superar la adversidad. La mejor prueba es un post que descubrí en El Manifiesto, dentro de su sección 'ver y flipar', donde se reseña cómo una cubana aprovecha el envío del cadáver de un familiar a la isla para adjuntar alimentos y otros artículos de primera necesidad, que de otra manera no habría podido hacer llegar, tal es el férreo control que todavía mantiene la dictadura castrista, que incomprensiblemente todavía tiene apoyos por considerar que ayuda a los más necesitados, cuando todos los cubanos lo están. Parece un chiste, pero no es más que el reflejo de una triste realidad.
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