Objetos de la vida corriente, y marcas, productos comerciales. Publicidad cándidamente presentada frente a la agresividad sofisticada del marketing contemporáneo. Así era la España (y el mundo en general) de los años cuarenta y cincuenta, sobre todo. Después llegó el progreso, el desarrollo. Todo se hizo más feo, más vulgar: incluida también la publicidad (ya es el colmo tener que sentir como un pellizco de nostalgia por ella). En un extraordinario trabajo de recopilación de imágenes realizado por Rafael Castillejo, aquí les permitimos a unos recordar, a otros (los más jóvenes) descubrir. Merece la pena verlo, porque es muy completo, muy documentado, muy ameno. No es fácil superarlo. Recogido de El Manifiesto.
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Muchas gracias, Manuel. Llevo más de cuatro años dedicando muchas horas al día a mantener y aumentar este desván de recuerdos y, la verdad, me siento recompensado cuando compruebo que me equivoqué al pensar que no habría gente que lo valorara. Además, otro motivo de satisfacción es cuando me comunican que lo emplean como herramienta de trabajo en muchos centros de atención a personas con enfermedades cognitivas. La pena es que personas mayores de 55 años, que son a las que más puede interesar, muy pocas navegan por la Red. Un abrazo fuerte.
ResponderEliminarGracias Rafael. Sigue en esa línea. Merece la pena y te lo agradecemos, conscientes de que supone un gran esfuerzo. Un abrazo desde Lugo.
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