sábado, 29 de diciembre de 2012

Con tanto chorizo, un milagro que España siga funcionando como país



No les quepa ninguna duda, somos muy afortunados. Si España funciona, como país, aunque sea a trompadas, es un milagro que no mejora Lourdes. Cada palmo revisado depara una sobresalto, siempre desagradable, como testimonio de un quebranto que, visto lo visto, jamás se podría evitar. Los que se escandalizaron con los trajes de Camps ignoraban que aquello era una minucia comparado con lo que estaba por devenir. Fue solo el principio de la madeja. ¿Cómo es posible que resista un sistema oprimido por tanto desaprensivo, rufianes encorbatados y adictos al choriceo? Por ejemplo, ahora se sabe que el fracaso económico de los paradores de turismo no se debe solo a la mengua de clientes, sino al uso y abuso de quienes gobernaron la red en tiempos, dicen, del anterior Gobierno, con un velero a su disposición, se supone que no para permanecer atracado; de seis coches de alta gama, seguramente no aparcados; tarjetas de crédito en movimiento y viviendas a su disposición, entre otros privilegios.

No hay comentarios:

Publicar un comentario