¿Cómo puede reincidir un falso médico depués de una condena de tres años?

Más que casualidad es una flagrante negligencia por parte de quienes tienen el deber de controlarlo y evitarlo. ¿Cómo es posible que un falso médico, condenado a tres años de cárcel por ejercer como tal en centros de salud de Pontevedra, en los años 1991 y 1992, haya reincidido una década después en Lugo? No parece sencillo que un usurpador consiga colarse en un centro médico o en un departamento de salud de cualquier institución sin levantar ni la más leve sospecha y mantener su actividad sin que nadie dude de su sapiencia y profesionalidad, con lo difícil que debe de ser camuflar el desconocimiento de la ciencia médica y escenificar el diagnóstico; sin embargo debe de ser muy fácil, a juzgar por los hechos. Tiene, sí, su mérito que un hombre sin más formación que tres asignaturas de medicina consiga evitar el mosqueo, no ya de los pacientes, sino de quienes le aceptaron, que al fin y al cabo son los verdaderos responsables, y podría calificarse incluso un episodio anecdótico si no estuviese en juego la vida de las personas. No tiene gracia.