PARECE razonable, cuando menos prudente, que el gobierno local de Lugo haya expresado su intención de no expropiar los solares en los que, expirado un plazo, no se construya, como lo permite una ley que no deja de ser preocupante, pidiendo que se reforme, como parece lógico. Pero aclarado este concepto, y una vez aprobada la norma que regulará el registro municipal de los susodichos solares, es el momento de que se aplique el dispositivo legal que obligue a los propietarios a mantener sus propiedades valladas y con el debido decoro para no abundar en el feísmo, que es lo que se vino incumpliendo hasta ahora, con el resultado de que la mayoría no son más que auténticos basureros, circunstancia que no impedía que su especulación, llegado el caso. Quien tiene un solar debe ser obligado a que lo mantenga en las debidas condiciones de salubridad y estética, y si no se aviene a ello, entonces habrá llegado el momento de mostrarse implacables con su desidia.
(El Progreso, 2/5/09)
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