EN VISTA de que la propaganda no es, a tenor de lo sucedido, una alternativa tan eficaz como creía para alimentar artimañas ficticias, cabe esperar que el Gobierno se centre ahora en lo que le es propio: gobernar. ¿O ya maquina con la campaña de las municipales? Malo si no sabe recoger el desafío acuñado en las urnas y orientar su estrategia próxima-futura en no malgastar pólvora en salvas y en anunciar medidas serias, eficaces y diferentes a las que no han servido más que para densas humaredas, avivadas con píldoras, fetos inhumanos, aventuras planetarias, cofradías de la ceja, vídeos para olvidar y otras estrategias de desgaste al rival que sólo se vuelven en su contra, reforzando la credibilidad del enemigo. El país espera que la advertencia recibida no caiga en saco roto, porque está harto de sandeces, como también desea que la oposición sepa hacer algo más que arrojar misiles de desgaste. Ha de aportar soluciones e ideas si de verdad aspira a que se le crea.
(El Progreso, 7/6/09)
No hay comentarios:
Publicar un comentario