domingo, 3 de enero de 2010

Bocanada de oxígeno

NO SÉ hasta que punto el tener que ocuparse de Europa va a incidir de forma indirecta (o directa) para que el Gobierno preste (aún) menos atención a los problemas internos. Parece un sarcasmo que Zapatero se postule para resolver fuera lo que fue o es incapaz de arreglar dentro, y de eso a buen seguro son conscientes nuestros vecinos allende los Pirineos, pero sí supone una bocanada de oxígeno para su maltrecha política interna. Un buen cobijo donde guarecerse durante medio año y un excelente pretexto para maquillar muchas dificultades caseras o dejarlas en segundo plano. Primero es Europa, dirán invocando un alto sentido de la responsabilidad. De todas maneras, la presidencia europea, medio descafeinada por su dualidad, debería de servir también para que a nuestros gobernantes se les peguen algunas de las cosas buenas que están haciendo otros países comunitarios para superarse y salir a flote de un naufragio que cada vez será menos colectivo. Al cabo de seis meses lo tendremos más claro, pero no se ilusionen. 

(El Progreso, 3/1/10)

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