viernes, 19 de febrero de 2010
Carreras temerarias
EN ESTE país de nuestros pecados, con radares a gogó, campañas de concienciación y afanes recaudatorios, claro que es más fácil y rentable exprimir al conductor que se exceda en diez kilómetros, o que vaya sin cinturón, que meter en cintura a los que campan a sus anchas participando u organizando rallies ilegales y carreras temerarias como la que denunció el concejal del PP Enrique Rozas en A Piringalla, cuyo peligro para los ciudadanos es evidente. Bien, pues mientras una asociación de vecinos refrenda la denuncia del edil, otra pretende quitar hierro al asunto, aunque sí admite que puede haberlas “puntualmente” y nunca programadas. ¿Tienen que ser a diario y cronometradas como si fuesen pruebas de fórmula uno? Es decir, existen. Dejémonos, pues, de chuminadas y de eufemismos para disfrazar la realidad y centrémonos en atajar el problema, que no se trata de ninguna broma, y menos de ocultarlo para cubrir quizá las espaldas a alguien cuya obligación es evitarlo.
(El Progreso, 20/2/10)
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