sábado, 5 de marzo de 2011

Nieve: angustia, impotencia y cabreo, ingredientes de un gran atasco

Lo primero que se siente al quedar uno atrapado en un gran atasco de nieve, como el producido esta última madrugada en la autopista A-6, saliendo de Madrid hacia Galicia, entre Las Rozas y el túnel de Guadarrama, es impotencia, angustia y cabreo, como seguro habrán sufrido los miles de personas que allí quedaron atrapadas y que me trae un no tan viejo recuerdo: hace dos años quedé yo también varado en el mismo sitio, durante cuatro horas por el mismo motivo, con la diferencia de que era por la tarde y se hacía la espera más llevadera.
Estas cosas ocurren porque, entre otras cosas, es difícil luchar contralos imponderables meteorológicos, pero también por la falta de previsión. ¿Cómo es posible que no se advierta de una gran nevada dos o tres horas antes de producirse y se logre adivinar el tiempo que vamos a tener dentro de una semana o más? La meteorología lo es una cien exacta, pero está tan perfeccionada que es difícil que puedan ocurrir estas cosas, donde siempre aparece, además, el lado político, cuando unos se culpan a los otros de lo que se pudo haber hecho y no se hizo.
La foto que acompaña a esta información la hice yo desde mi coche cuando estaba varado en la autopista, a la altura de Torrelodones. No quiero ni recordarlo, pero como viene al caso, ahí está.