SI se analiza fríamente, con la objetividad precisa de cada caso, ¿qué diferencia dolosa hay entre ladrón y víctima cuando ambos delinquen? Parecerá raro, pero ocurre. No es mi primera reflexión al respecto, ya lo expuse otras veces, refiriéndome a timadores y a determinados timados, que no son panolis precisamente.. La intención de los primeros es clara, la de los segundos también. Una empresaria lucense acaba de perder 25.000 euros con el método de los billetes tintados, más frecuente de lo que parece. Los embaucadores, en este y otros casos calcados, venden con relativa facilidad la atractiva técnica que hace creer que es posible copiar y fabricar billetes. Lo hacen tan bien que la víctima, por increíble, que parezca acaba convencida de haber hecho el negocio de su vida, que le permitirá ampliar su capital y sortear cualquier dificultad económica. Resolver su vida, pero engañando. Y de ello, por codicia, es consciente. Por eso, la responsabilidad penal no puede acabar en los autores del delito, sino que ha de alcanzar también a quienes les dan cumplida cancha.
martes, 25 de febrero de 2014
Cuando los timados son tan culpables dolosamente como los mismos timadores
SI se analiza fríamente, con la objetividad precisa de cada caso, ¿qué diferencia dolosa hay entre ladrón y víctima cuando ambos delinquen? Parecerá raro, pero ocurre. No es mi primera reflexión al respecto, ya lo expuse otras veces, refiriéndome a timadores y a determinados timados, que no son panolis precisamente.. La intención de los primeros es clara, la de los segundos también. Una empresaria lucense acaba de perder 25.000 euros con el método de los billetes tintados, más frecuente de lo que parece. Los embaucadores, en este y otros casos calcados, venden con relativa facilidad la atractiva técnica que hace creer que es posible copiar y fabricar billetes. Lo hacen tan bien que la víctima, por increíble, que parezca acaba convencida de haber hecho el negocio de su vida, que le permitirá ampliar su capital y sortear cualquier dificultad económica. Resolver su vida, pero engañando. Y de ello, por codicia, es consciente. Por eso, la responsabilidad penal no puede acabar en los autores del delito, sino que ha de alcanzar también a quienes les dan cumplida cancha.
viernes, 21 de febrero de 2014
De los 314 concellos gallegos, ¿cuántos quedarán sin investigar por corrupción?
miércoles, 19 de febrero de 2014
Curiosas y autorizadas predicciones fallidas sobre el futuro de la informática
Es indudable que los sistemas informáticos avanzaron más de lo que se esperaba, pero aun así son sorprendentes las fallidas predicciones de futuro de expertos en la materia, y no hace demasiados años, incluida la opinión del propio Bill Gates. Están recogidas del blog Curistoria, muy curioso, como su nombre indica. Quizá porque vamos demasiado rápido.
No hay razón para que alguien quisiera un ordenador en su hogar (Ken Olsen, presidente de Digital Equipment Corp., DEC, en 1977)
Nunca haremos un sistema operativo de 32 bits (Bill Gates en 1989)
No hay posibilidad de que el iPhone vaya a hacerse con una cuota de mercado significativa. No hay posibilidad (Steve Ballmer, CEO de Microsoft en 2007)
El mercado mundial potencial para las fotocopiadoras es como mucho de 5000 unidades (IBM en 1959)
El efecto del año 2000 es una crisis sin precedentes en la historia de la humanidad (Edmund DeJesus, editor de Byte en 1998)
Los ordenadores en el futuro puede que pesen no más de una tonelada y media (Popular Mechanics en 1949)
La verdad es que ninguna base de datos online reemplazará a tu periódico, ningún CD-Rom puede hacerse con el lugar de un profesor competente y ninguna red de ordenadores cambiará el modo en el que el gobierno trabaja (Clifford Stoll en 1995)
Predigo que Internet será pronto una espectacular supernova y en 1996 sufrirá un colapso catastrófico (Robert Metcalfe en 1995)
Creo que hay un mercado mundial para quizás cinco ordenadores (Thomas J. Watson, presidente de IBM, en 1943)
Pero… ¿Y para qué sirve esto? (Ingeniero de IBM hablando sobre el microchip, en 1968)
He viajado a lo largo y ancho de este país y he hablado con las mejores personas, y puedo asegurar que el procesamiento de datos es una moda pasajera que no sobrevivirá a este año (Editor de libros de negocios de Prentice Hall, en 1957)
Los americanos han necesitado el teléfono, pero nosotros no. Nosotros estamos repletos de chicos mensajeros (Sir William Preece, de British Post Office, en 1876)
lunes, 17 de febrero de 2014
Los lenguaraces de las tertulias de radio y televisión son desde ahora 'todólogos'
Le preguntaron a Saramago por qué había tardado veinte años en escribir su segundo
libro. El Nobel fue tajante: "Porque no tenía nada que decir". Sin que tenga mucho que ver, viene sin embargo a cuento por los 'todólogos', a los que la inspiración no abandona. ¿Y quiénes son los 'todólogos'? Me entero aún ahora, pero es como alguien acuñó, con acierto, a algunos lenguaraces que encienden con su verborrea determinados shows y debates en radios y televisiones. Utilizan la aguja tanto para un roto como para un descosido. Presumen de saberlo todo, sea de política, arte o energía nuclear. Nada se les resiste cuando toca 'profundizar' sobre la materia que tercie. La mayoría solo obedece a la voz de su amo, y de hecho no se les contrata por su capacidad de razonar o analizar ideas propias, sino por su sectarismo y también por su facultad de enardecer y alimentar griteríos, bramar todo lo que haga falta para agredir verbalmente a colegas del sarao o reventar tertulias, animando el espectáculo. De eso se trata. Pero cobran. Y les aplauden.
sábado, 15 de febrero de 2014
Para no dar tiempo a los corruptos, urge limitar el mandato de los políticos
Nada ni nadie puede garantizar que el político chorizo no meta la mano en la caja a las dos semanas de ejercer sus componendas, pero obviamente las posibilidades y opciones de inmoralidad se multiplican si perdura en el cargo quince o veinte años. De ahí la suma importancia de limitar los mandatos de los electos en las urnas, no solo por reducir los casos de corrupción o nepotismo, sino por salud democrática del propio sistema. O incluso por razones de eficacia; generalizando, los apoltronados acostumbran a desfallecer en su gestión por el hartazgo que generan las conductas engullidas y marcadas por la rutina. Siendo fundamental la ética, también lo es, y mucho, la estética. Y al ciudadano puede molestarle que sean siempre los mismos los que muevan el cotarro, y con mayor razón si lo hacen mal, no resolviendo sus problemas. Por eso es muy de considerar la determinación del Parlamento extremeño al aprobar, con la única abstención socialista, la propuesta del presidente José Antonio Monago limitando a dos legislaturas los cargos públicos.