Diputación de Lugo, corral de comedias
En vez de navajazos, desamores, aversiones, inquinas, odios
irreconciliables, lucros derramados, asesores al paro…, es el momento de
ver lo de la Diputación de otra manera más divertida, aunque nos cueste
un ojo de la cara. Por eso es preferible pensar en los solazados plenos
que nos aguardan en los cuatro años que faltan para que se cierre el
telón. Un corral de comedias y sainetes impagable. Una gozada, un
alborozo, ingredientes que por fin harán que la murgas políticas sean
divertidas y distendidas desde la barrera. Otra cosa será la impavidez
de los actores, pero eso ya importa menos para que el espectáculo no
decaiga, aunque el grado de entretenimiento estará también marcado por
la interpretación, por las ojerizas, por las recriminaciones… Claro que
el elenco tendrá sin duda un galán que anulará la fajina del presidente;
el conductor de las asambleas será Manolo Martínez, alcalde de Becerreá, repudiado por los suyos, los socialistas, que se entregaron a los caprinchos del BNG, de cuya frustración de
conquistar el trono se ve colmado por su indiscutible designio de
determinar con su voto lo que más le cuadre y de la mano del PP. Es decir, que a los que intentaron
excluirlo les salió el tiro por la culata, sin duda la peor cánula para
el fogonazo. Se lo merecen.