lunes, 16 de febrero de 2009

Cacerías

ES improbable que alguien, incluidos sus amigos, otorguen a Bermejo y a Garzón el don de la oportunidad y de la discreción, pero en cualquier caso la polémica de la famosa cacería de Jaén discurre por los cauces partidistas conocidos, que cada cual define según le conviene. Lo que no he visto fue la reacción de ningún grupo ecologista ni de protección de los animales protestando por la escabechina que aparece en las fotos, y que juez y ministro aprovecharon para rebajar tensión y cargar energías, según, más menos, confesaron. Es decir, para divertirse a costa de indefensos animales que viven ajenos a maldades y tejemanejes, justo lo contrario que algunos humanoides que se recrean en la crueldad desde escenarios que en ningún caso deberían encajar en el ideario moral de un ministro de Justicia ni de un profesional que la imparte. Yo no sé si Bermejo, como dice Eduardo Punset, es un “genio improductivo”, pero sí creo que podría esforzarse más por no aparentarlo.

(El Progreso, 16/2/09)

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