SIENDO difícil de precisar si hay que tomarlo como defecto o virtud, la desconfianza es un enraizado distintivo galaico. Depende, pero en los tiempos que corren más vale tomar precauciones. Por eso parece lógico que los chairegos se rebelen contra los planes para explotar su cuarzo, y hacen bien no fiarse cuando se les dice que el subsuelo de las fincas expropiadas para la extracción se beneficiará por el movimiento de tierras. Ignoro con detalle las promesas compensatorias, supongo que pocas o ninguna, como pasó en los años sesenta al expropiarse montes en mano común, aprovechados para pastoreo, cultivos de trigo y centeno y matorrales, tan necesarios entonces para las cuadras del ganado. Y si la colonización supuso un avance agrícola y ganadero para los foráneos que se beneficiaron de la transformación, los nativos, localizados en Castro de Rei y Cospeito, jamás fueron directamente compensados. Por eso, mejor es prevenir que lamentar.
(El Progreso, 14/2/09)
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