EN ESTE país nuestro se necesitan crímenes, catástrofes, salvajadas… para que nos acordemos de remediarlo, lo que casi nunca se hace, primero porque siempre aparece alguien recomendando que no es bueno hacerlo en caliente y después porque nos olvidamos. La violación de dos niñas por menores hicieron saltar las alarmas, y el PP, que no lo hizo cuando gobernaba, propondrá en septiembre la reforma de la ley del menor, lo que no tendrá el menor éxito, porque el Gobierno y el partido que lo sustenta defenderá lo contrario sólo por no dar el brazo a torcer. Dos sucesos espeluznantes reabrieron el debate, pero no era necesario; las leyes que protegen a los delincuentes que aún no alcanzaron la edad penal son un disparate desde el principio, de tal calado que tiene difícil explicación que alguien, invocando no sé que ligerezas progresistas, la defiendan. Probablemente rectificarían si fuesen víctimas de tanto despropósito. Puede ocurrir.
(El Progreso, 23/7/09)
No hay comentarios:
Publicar un comentario