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Es un honor para mi el que visites mi página y espero que descubras algo que pueda interesarte. Además de reproducir los breves artículos de opinión que en días alternos publico en el diario El Progreso de Lugo, sobre variados temas del día a día, también procuro insertar pinceladas de actualidad, de contenido histórico (no al uso) o costumbrista para hacer más amenos los textos, viajes..., aparte de incluir algunos enlaces que pueden ser útiles en determinados momentos. También os invito a seguirme. Un saludo cordial desde la romana y amurallada ciudad de Lugo, la Lucus Augusti, en España.

miércoles, 17 de agosto de 2011

Simios inteligentes: ¿son más listos que los humanos?




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Un chimpancé resulta ser más inteligente que humanos universitarios.

Ahora que ha vuelto a ponerse de moda hablar del Planeta de los Simios, ¿nadie se ha parado a pensar en que la Tierra ya lo es?. Nosotros somos simios, los únicos monos calvos de las 193 especies vivientes, y hasta ahora nos creíamos los más listos… Puede que dentro de unas cuantas generaciones la ciencia ficción ya no sea ficción. Y no es porque los demás simios evolucionen más deprisa, lo preocupante es la involución que estamos sufriendo nosotros, los monos calvos. Está demostrado, hay más inteligencia en algunos zoológicos que en muchos institutos, por mucho que pique. Os presento a Ayumu, un chimpancé que no sólo gana a los humanos en las pruebas de memoria a corto plazo, sino que usa trucos para que no le puedan ganar.

Investigadores de la universidad de Kyoto realizaron un experimento en el que se mostraba en una pantalla táctil los números del 1 al 9 descolocados sobre ella; luego los números se transformaban en rectángulos blancos, lo que hacía imposible distinguirlos y era necesario memorizarlos,  y se debía ir apretando sobre cada uno de los rectángulos en orden, del 1 al 9. Primero se mostraba la posición de los números por un lapso de 650 milisegundos tanto a chimpancés jóvenes como a estudiantes universitarios y ambos obtuvieron un 80% de aciertos. Luego fueron reduciendo el tiempo, hasta 210 milisegundos, en los que los humanos obtuvieron un 40% de aciertos mientras que los chimpancés mantuvieron el 80%.
El tiempo era tan poco que no alcanzaba siquiera para poder observar toda la pantalla, por lo que se supone que los chimpancés disponen de algún proceso equivalente al de la memoria fotográfica en humanos, y así podían retener la información a pesar de haberla visto por un instante solamente. Curiosamente los niños obtienen porcentajes de aciertos similares al de los chimpancés por lo que se especula con una capacidad que se va perdiendo a través de los años, quizás por el desarrollo de otras habilidades racionales. El experimento se realizó con 3 pares madre-hijo de simios; primero se los entrenó a reconocer los números y poder ordenarlos en forma creciente. Posteriormente se realizó el experimento de ordenamiento luego de haber visto los números por un lapso muy corto de tiempo y se observó que los simios más jóvenes siempre obtenían mejores resultados que sus madres. Una de las investigadoras destaca que el estudio se centra en la memoria de los primates y no en su capacidad de reconocer números; el mismo experimento se podría haber realizado con objetos de cualquier forma. Los investigadores suponen que la ventaja en percepción de los simios puede haber sido retrasada en los humanos por la interferencia del conocimiento numérico.
Pero esto no es todo, Ayumu llegó a hacer trampas para ganar a sus competidores. Pulsando en la esquina inferior izquierda de su pantalla, podía ocultar los números cuando los había memorizado, interrumpiendo al resto, por lo que sólo él era capaz de seguir la secuencia completa.

Que nuestros primos más cercanos son inteligentes, y mucho, está claro. Hasta ahora nos creíamos los únicos capaces de utilizar herramientas complejas, es decir, no sólo una ramita para sacar hormigas, que supone un único pensamiento práctico, sino elaborar herramientas para crear más herramientas que nos sirvieran a nuestros fines, lo que supone tener la idea de lo que se quiere conseguir en la cabeza, una representación abstracta de la misma. Pues después de observa a los chimpancés en su hábitat natural, se ha comprobado que no sólo fabrican herramientas, sino que pueden llevar consigo todo un kit para lograr sus propósitos, utilizando cada una en una pauta distinta.
Pero podemos ir más allá, el uso de herramientas surgió antes de que nuestra estirpe de homínidos se separara de la de nuestros primos los chimpancés, pero también antes de que los dos nos separáramos de nuestros primos segundos los gorilas. Hasta ahora se creía que los gorilas no utilizaban herramientas, nadie se planteo que así era no porque no supieran usarlas, sino porque no las necesitaban. Esta señorita gorila utiliza una vara para medir la profundidad del río. Mojarse los pies si es necesario, vale, pero ahogarse es otra cosa muy distinta a lo que ella no está dispuesta.

¿Y este bebé tan mono?. ¿A que está para comérselo?. Pues nació igual que tú y que yo (si no naciste por cesárea, claro).
Otro hecho que compartimos con nuestros primos los chimpancés, es la forma en que nacemos, el canal del parto de una mamá chimpancé es igual que el de una mamá humana. El bebé asoma la cabeza de espaldas a la madre y la torsión de los hombros se produce de igual manera. Se pensaba que este tipo de partos impide que la madre para sola, porque al no ver la cara del bebé no puede despejarle las vías respiratorias como hacen el resto de los simios.

Este pequeñín tiene una ventaja frente a un niño humano, como no va al colegio, no se reirán se sus orejas.
Os presento a Koko, es una gorila y tiene 40 años, su amiga Francine Patterson la enseñó el lenguaje de los signos. Conoce  un vocabulario de más de mil signos, y entiende alrededor de 2.000 palabras en inglés, además, inicia ella solita la mayoría de las conversaciones con la gente.  Su coeficiente intelectual es un equivalente de entre 70 y 95 en una escala humana. 100 se considera “normal” en humanos, y conozco gente que no llega a los 80. ¿Cuántas palabras podemos escuchar hoy en día en un polígono ( o debajo de mi casa) a la hora del botellón? ¿10?, ¿12?, ¿1 y sonidos guturales según avanza la noche…? Los grande simios conocen la lengua y son capaces de expresarse mejor de lo que creemos, simplemente, no poseen la función del habla, y nosotros que la tenemos, ¡qué mal la aprovechamos!.

Y aquí tenemos a Kanzi, un bonobo que domina a la perfección la comprensión del lenguaje y su sintaxis, hasta el punto de descubrir errores gramaticales. Los mimitos se los hace Sue Savage-Rumbaugh, su profesora del Centro de Comprensión del Lenguaje de Atlanta.  Kanzi nació en 1980, y aprendió el lenguaje como lo hacen los niños, por exposición al habla. Kanzi es también el primer simio que muestra una comprensión receptiva del inglés hablado y es capaz de crear nuevas frases, frases que requieren el aprendizaje de respuestas específicas y el manejo mental de una compleja estructura gramatical. La sintaxis es más difícil de aprender que las palabras individuales, ya que implica una cierta comprensión de las relaciones entre las entidades. Los dibujos que veis en las pantallas, son los símbolos que utiliza para expresarse, su idioma particular. Además tiene un hobby, Kanzi es un fabricante de herramientas de piedra cualificados.

Pero sobre todo, a nuestros amigos lo que más les gusta es ser libres, y saben cómo conseguirlo. En un un documental de Discovery Channel, hace tiempo explicaban que cuando los chimpancés están en un zoológico, son capaces de buscar la llave de su jaula, esconderla y cuando cae la noche, espiar que nadie les esté observando para con la llave abrir su jaula y escapar. En un reciente estudio se demostró que en las selvas de Guinea, los chimpancés han aprendido a burlar a sus cazadores. ¿Cómo lo hacen?. Muy simple. Los chimpancés han aprendido a sacudir las ramas de los árboles hasta que la trampa se rompe. Los responsables del estudio cuentan con 6 videos en los que se ve a los chimpancés desactivando las trampas. Incluso, algunos científicos lograron ver como un chimpancé adulto le enseñaba a un chimpancé jóven lo que tenía que hacer para deshacerse de las trampas. Ponerles cámaras de vigilancia tampoco es más inteligente que su modo de actuar, enseguida las descubren, y muchas veces la imagen buscada no se consigue porque hay un bebé chupando la lente, mueven la cámara, la tiran, juegan con ella. Yo no sé a vosotros, pero a mí todas las cámaras ocultas de los radares de tráfico me pillan por sorpresa.

Cuando no nos respetamos ni entre nosotros mismos, pedir respeto para nuestros primos peludos suena un poco tonto. Pero no te equivoques, no eres muy diferente de ellos, y tal vez un día, se tomen la revancha. Tienen la inteligencia, tal vez no tengan los medios, pero con la involución (lo contrario de la evolución) que está sufriendo nuestra especie, tal vez pronto se los demos.

Fuente: Tejiendo el mundo

3 comentarios:

Francisco Espada dijo...

No tengo capacidad científica para afirmar ni desmentir lo que aquí se apunta, pero sí observación como para asegurar que algunos humanos son más estúpidos que estos animales y que hacen más monerías.

Felipe Tajafuerte dijo...

No me cabe ninguna duda de que son más inteligentes que muchos humanos

Anónimo dijo...

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