Pasean fachendosos su españolidad por el mundo, o quieren hacerlo ver. Reciben el reconocimiento de sus fans/adeptos, que no ven más allá del escenario. E incluso se les condecora por el Gobierno de turno con medallas de mérito al esfuerzo o de cuño parecido. Eso sí, a efectos contributivos son forasteros, lo cual solo se descubre si Hacienda decide explorar su ficha fiscal. No son todos, pero sí más de un famoso, bien sea deportista, cantante o rey del populacho, finge residir en un paraíso fiscal, que al quedarle a desmano ni pisa. Sus vecinos atestiguan que los ven entrar y salir de su morada de siempre, carcajeándose de los curritos que cumplen con sus tributaciones para que ellos, 'patriotas', hinquen también el diente a la tarta común. No dan pero reciben como el que más. O por encima. Acaba de saberse de un caso que no viene más que a reafirmar las sospechas. En teoría se les pide que reintegren lo defraudado, pero en la práctica casi siempre se especula con soluciones 'negociadas', las que por cierto no suelen alcanzar a los demás mortales.
AMARGO SILENCIO
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He dibujado torpemente
con tu esquema de silencio,
como gestos mudos
tras los cristales de un transporte público
que de inmediato se alejaba
por ...
Hace 1 hora
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