Abundantes crecidas

Las abundantes lluvias de este invierno, tan en contraposición de la sequía de otros años, está causando más problemas de los previstos. La peor parte se la llevan los pueblos y fincas situadas en las márgenes de los ríos, cuyo desbordamiento persiste sin dar tregua a la bajada de los cauces. Es el caso del río Miño, cuyas riadas son las más dañinas e incómodas, sobre todo en las zonas de Terra Chá, donde permanecen cubiertas amplias extensiones de terreno. Pero también ocurre a su paso por la capital de la provincia, como bien puede apreciarse en la imagen. El restaurante O Muiño, instalado en lo que fue un viejo molino, muy cerca del balneario, se inundó, como ya ha sucedido otras veces, lo cual obligó, como es natural, al cierre del establecimiento.