Dar una opinión sobre el secuestro o retención de cooperantes es alimentar la disyuntiva de criterios diversos, por lo que es imposible emitir juicios más o menos objetivos. Es verdad que la labor de los cooperantes, con entrega y vocación sincera, merece el mayor reconocimiento por su labor humanitaria. Hay que excluir, como es lógico, a los aventureros que utilizan las ongs más como un pretexto aventurero, de excursión o esparcimiento, que como acción benefactora. Situaciones hubo recientes por las que el Gobierno pagó el rescate, lo cual es indecente. No parece ser el caso de los ahora retenidos, y en este caso el Ejecutivo debe esforzarse al máximo por conseguir su liberación. Lo malo es que se van consolidadando los precedentes y eso lo saben los maleantes, que conocen cómo y dónde actuar para alcanzar sus objetivos. Por eso es obligado medir riesgos antes de meterse en laberintos, que ya se sabe cómo pueden acabar. Mal.
El infierno de la cárcel de Tocorón: tratos crueles, intentos de suicidio y
aislamientos inhumanos en celdas de castigo
-
Organizaciones de derechos humanos denuncian sus celdas de castigo en sus
informes Leer
Hace 3 horas
No hay comentarios:
Publicar un comentario