Dar una opinión sobre el secuestro o retención de cooperantes es alimentar la disyuntiva de criterios diversos, por lo que es imposible emitir juicios más o menos objetivos. Es verdad que la labor de los cooperantes, con entrega y vocación sincera, merece el mayor reconocimiento por su labor humanitaria. Hay que excluir, como es lógico, a los aventureros que utilizan las ongs más como un pretexto aventurero, de excursión o esparcimiento, que como acción benefactora. Situaciones hubo recientes por las que el Gobierno pagó el rescate, lo cual es indecente. No parece ser el caso de los ahora retenidos, y en este caso el Ejecutivo debe esforzarse al máximo por conseguir su liberación. Lo malo es que se van consolidadando los precedentes y eso lo saben los maleantes, que conocen cómo y dónde actuar para alcanzar sus objetivos. Por eso es obligado medir riesgos antes de meterse en laberintos, que ya se sabe cómo pueden acabar. Mal.
Primos
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*Ignacio Ruiz Quintano*
*Abc*
En un artículo de la NZZ (*Neue Zürcher Zeitung*), el periódico que leen
los que dan el dinero, se habla de España como...
Hace 35 minutos
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