Soledad en la playa de A Rapadoira, en Foz, distinguida con bandera azul. El verano toca a su fin en el Cantábrico. |
Las que ayer eran playas abarrotadas de bañistas, hoy, cuando el verano está a punto de finalizar, están tomadas por las gaviotas, que por fin pueden moverse a sus anchas sin que nadie condicione su libertad. La fotografía corresponde a la playa de A Rapadoira, en la costa lucense de Foz, uno de los arenales más concurridos del Cantábrico. Solo una mujer pasea por la orrilla, también a sus anchas, sin que las aves le presten la menor atención, como indicando que ya están en su terreno natural, del que se les privó durante julio, agosto y la primera quincena de septiembre. Vivir a su antojo ya tiene sentido para ellas.
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