Comenzó la temporada de pesca de trucha en Galicia con más pena que gloria, porque las capturas han sido escasas, aunque a decir verdad tampoco se esperaba mucho más, entre otras razones porque el nivel de los cauces fluviales no son los más idóneos, dada la abundancia de lluvia, con lo cual los niveles son muy elevados, y por otra parte el número de piezas es cada vez menos abundante, debido a la contaminación de las agua, a la presencia de furtivos en muchos tramos y la escasez de repoblaciones. Los ríos más concurridos han sido, por lo que se refiere a la provincia de Lugo, el Miño, Navia, Eo, Lor, Ladra, Landro, Masma y Ulla, por citar algunos de los más frecuentados por los más de veinte mil cañistas con licencia en la provincia. En Galicia su número se eleva a los noventa mil.
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