Panderetada

RAZÓN tienen los que se empeñan en mantener que España es diferente. O en demostrar que es un país de pandereta. Al juez Garzón le están haciendo un flaco favor quienes se empeñan en defender su honorabilidad y su prestigio por razones políticas o ideológicas, sin valorar para nada su situación jurídica y procesal, quizá por falta de argumentos. El magistrado, como todo ciudadano, tiene derecho a la presunción de inocencia. ¿Qué se le persigue? Es lo que opinan sus partidarios, pero está por ver si prevaricó o no; si es o no responsable de un delito de cohecho, algo que tendrá que decidir el Supremo, sobre el que se ejerce una histriónica y farandulera presión mediática para que suelte la presa. Ya dirá el alto tribunal lo que tenga que decir. Los últimos en sumarse al sainete son los sindicatos, movilizándose por la causa. O sea que intentar socavar la independencia judicial parece prioritario para organizaciones cuyo fin era hasta ahora defender los derechos de los trabajadores. ¡Qué triste!

(El Progreso, 30/3/10)