Funcionarios más o menos productivos

ESPAÑA sigue siendo un país en donde (casi) todo el mundo aspira a ser funcionario, y de hecho, en eso tiene razón la CEOE, hay demasiados empleados públicos, pero de ahí a recortar el número del modo que propone la patronal (liquidando a los menos productivos) hay algo que no cuadra. ¿Cómo se mide la productividad? Habrá casos en que incluso es posible, pero serán excepción. ¿Es más eficaz el maestro que aprueba mucho u otro que suspende a la mayoría de sus alumnos? ¿Un médico que despacha una cola de pacientes en una hora u otro que les dedica tres? ¿Un juez meticuloso y lento al dictar sentencias o un magistrado que las despacha sin fundamento? ¿O un policía fiel cumplidor de sus obligaciones o el que pone muchas multas y no lo es? Más bien parece una frivolidad por parte de los empresarios que una receta sensata y meditada para luchar contra la crisis, de la que muchos de ellos también son culpables, empezando por el presidente, cuya autoridad moral no es precisamente la más ejemplarizante.

(El Progreso, 17/7/10)