Trampas y vergüenzas

NO ES incluso necesario que el CIS amañe sondeos para concluir que los políticos son la tercera preocupación peor valorada de los españoles; merecerían encabezar el ranking si no fuese porque con las cosas de comer (parados y economía) no se juega. Siendo verdad que no nos merecemos demasiado, no somos merecedores de gobernantes como Zapatero y Montilla, que bajo el eufemismo de “gestos políticos” pactan, sólo para ocultar sus vergüenzas y mantener el poder, hacer trampas burlando las reglas del juego (decisiones) del Constitucional, que tampoco nos merecemos por partidista y caduco; o que ZP claudique ante los vascos para salvar sus maltrecha figura. Lo mismo puede decirse de las sin fin de corruptelas de unos y otros o de los sesudos senadores que, con lo que está cayendo no dudan en gastarse un millón de euros al año jugando en las maquinitas multilengua. ¿Habrá por ahí algún otro país bananero más inestable que el nuestro? Hagan memoria, pero les costará encontrar similitudes tan penosas.


(El Progreso, 23/7/10)