Licencia para matar

ES CUESTIÓN de mentalidad. Por eso no entendemos que el Tribunal Supremo de los Estados Unidos avale el derecho a portar armas, decisión que coincide con la gran mayoría de los que residen en el país, porque casi todos están armados, unos para defenderse y otros para atacar, hecho revestido de normalidad desde el momento en que adquirir un rifle es tan fácil como comprar un cepillo de dientes; como tampoco comprendemos que una sociedad avanzada mantenga la pena de muerte en casi todos sus estados. Pero en cualquier caso más que una demostración de libertad individual es una licencia para matar, y por ello a nadie ha de sorprender que cualquier chaval de quince años (o menos) se cargue de una tacada a sus compañeros de clase; empieza a ser raro que se contenga. Como no sea aplicando una ley universal prohibitiva, tiene mal remedio y nunca va a ocurrir, porque por encima de todo está el comercio de la venta de armamento, y eso siempre anula cualquier otra consideración.