Ya estarán al tanto de que la Dirección General de Tráfico ha fijado que en las vías limitadas a 120 kilómetros por hora(autovías y autopistas) se empiece a multar a partir de los 135 kilómetros por hora. Es el ajuste que desde Tráfico se ha hecho en los radares fijos y en los que utiliza la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil que hasta este año multaban a 138 kilómetros por hora. Uno de los argumentos es que se trata de hacerlos coincidir con los radares móviles que utiliza la Benemérita, pero también pudo hacerlo de manera inversa, adaptando estos últimos a los primeros, tal y como estaban. Otra cosa es que se sancione como se merecen los locos que tomen estas vías como pistas de competición.
Se trata, en una palabra, de recaudar, porque circular a 138 kilómetros por autovía o autopista no es precisamente un exceso que cause demasiados accidentes, que sobre todo se producen en las carreteras secundarias, por varias razones, entre ellas dos: son generalmente malas, porque no se invierte en arreglarlas y porque no existe vigilancia en ellas que contribuya a disuadir a los conductores.
Los radares para medir la velocidad tienen un margen de error que Tráfico siempre ha tenido en cuenta a la hora de establecer los límites de velocidad. A pesar de que los avances tecnológicos cada vez son mayores y los dispositivos son más precisos, los márgenes de error se siguen manteniendo.Desde Tráfico se explica que el Centro Español de Meteorología es el que establece los márgenes de error y por lo tanto, el límite que se marca a los aparatos, a partir del cual deben empezar a multar. Desde el Ministerio del Interior ya se ha anunciado a comienzos de año la colocación de 100 nuevos radares detectores de velocidad.
Durante 2010 el porcentaje de vehículos detectados a más de 140 kilómetros por hora fue del 0,3. Una cifra que se ha reducido considerablemente si se compara con la extraída en el año 2001, año en el que el porcentaje se situaba en el 6,8.
1 comentario:
Con los frío económicos que corren no me extraña el "afán recaudatorio", pero lo que me parece inaudito es que tengan que vigilarnos para que no pongamos en riesgo nuestra integridad física y la de los demás. Debería bastarnos con el consejo, pero sólo obedecemos (no todos) con represión.
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