Un placer, amigos

Es un honor para mi el que visites mi página y espero que descubras algo que pueda interesarte. Además de reproducir los breves artículos de opinión que en días alternos publico en el diario El Progreso de Lugo, sobre variados temas del día a día, también procuro insertar pinceladas de actualidad, de contenido histórico (no al uso) o costumbrista para hacer más amenos los textos, viajes..., aparte de incluir algunos enlaces que pueden ser útiles en determinados momentos. También os invito a seguirme. Un saludo cordial desde la romana y amurallada ciudad de Lugo, la Lucus Augusti, en España.

jueves, 9 de diciembre de 2010

DE AYER A HOY: Los austeros e imaginativos juguetes de la postguerra


La demanda frenética de juguetes que en estos días se registra en los grandes almacenes y otras tiendas dedicadas a la venta y distribución de juguetes, destaca con la austeridad y las limitaciones que marcaron los años cuarenta, o para ser más exactos, finales de la década de los treinta y los comienzos de los cuarenta, en los inicios de la larga y dolorosa postguerra, cuando los medios escaseaban más incluso que la limitada oferta. Era lo que había. 
Como reza el pie de una de estas fotos, que extraje de un tomo que publicó la ya desaparecida Actualidad Española, "caballitos de cartón, muñecas inexpresivas, motoristas de hojalata, bebés de caucho. muebles en minituara de madera... Unos juguetes bastante toscos, un tanto desangelados, pero que ilusionaban y divertían a los niños en los años cuarenta. Aún no se había utilizado el plástico en estos objetos infantiles, ni se había pensado en las pilas eléctricas para mover los mecanismos de todo tipo de juguetes. No había perfeccionismo, desde luego; pero... los chaveles de esa époica se sentían satisfechos de estos 'trastos' que les traían los Reyes Magos. También surgieron en estos años (del 39 al 40) las primeras 'Mariquitas Pérez, que aparecen en estas fotos en sus primeras versiones. Muñecas que causaron impacto". 
¡Y tanto!, añado yo, porque al no ser juguetes sofisticados, como los actuales, obligaba a los niños a utilizar la imaginación para obtener el divertimento necesario, que es lo que ahora se echa en falta. Muchos son los chavales que a la media hora de explorar el juguete ya se aburren soberanamente, porque todo se lo dan hecho y al no tener que intervenir, surge el hastío. Pero poco o nada se puede hacer para corregir esta situación, porque el avance de los tiempos no lo permite.



1 comentario:

Francisco Espada dijo...

Mis juguetes correspondieron a los primeros 50; no obstante, se trataba de estos mismos juguetes que se accionaban con la imaginación de quien los usaba. No creo que mi nieto se divierta más que yo lo hacía con aquellos rudimentos.

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