Un buen día del lejano 1920, previendo un mal futuro, más mísero que opulento, Pascasio Fernández se lio la manta para largarse de Vilarxubín, aldea de la parroquia fonsagradina de Santa María do Trobo, camino de las Américas. Recala en Argentina, se hace sastre y forma una familia sin sospechar de la repercusión mundial que muchos años después alcanzaría su nieta más revoltosa, Cristina, ni prever que llegaría a gobernar el país de acogida. Claro que con tanto 'gallego' no es tan raro que suceda, pero sí es casualidad que la emigración lucense incidiese tanto en el futuro de Latinoamérica. Años antes, a finales del XIX, Ángel Castro, humilde joven de Armea, en Láncara, tras probar como panadero en Madrid, se planta de soldado en Cuba, donde acabará de terrateniente, con doble matrimonio en su haber y doce hijos que alimentar. De ellos, Fidel y Raúl, no pasarían desapercibidos, hipotecando el poder de la isla por in sécula seculórum, y ahí siguen resistiendo y desafiando al mundo. No se nos diga que no sobresalimos, eso sí, más para lo malo que para lo bueno.
Aldama declara ante el juez que la foto con Pedro Sánchez no fue casual:
"El presidente me dijo 'gracias por lo que estás haciendo, me tienen
informado'"
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El empresario comparece a petición propia en la Audiencia Nacional ante el
juez del 'caso Koldo' para explicar sus actividades Leer
Hace 1 hora
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