La película 'Los tramposos' también debiera servir para acentuar la precaución |
No es el caso de una lucense que fue víctima de dos falsos inspectores del Catastro, a los que de buena fe abrió su casa para que le robasen cuatro mil euros que acababa de retirar de una entidad bancaria con el pretexto de supervisarla. Y lo mismo puede decirse de los impostores que con tanta frecuencia se hacen pasar por revisores del gas.
En todos estos incidentes y enredos hay una carga de ingenuidad tan exagerada que tampoco se les puede eximir de toda culpa por muy de lamentar que sean las argucias para estafar a esta pobre gente. Entiendo que es mucho pedir a los candorosos que ojeen 'La timoteca nacional' del gran Enrique Rubio, y deberían hacerlo para reavivar precauciones que no toman. Se percatarían de que nos rodean más granujas, pillos y vividores de lo que parece.
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