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| Gallardón en bicicleta por Madrid.Debiera ser normal entre políticos |
Por lo general, el
ciudadano cada vez encaja peor los (malos) comportamientos de los políticos,
pero lo que difícilmente perdona es que se le mienta, y la mentira está en uso
entre quienes gobiernan. El alcalde de Vigo, el discutido Abel Caballero, negó
que hubiese ido a la manifestación del primero de mayo en coche oficial, como
desmentido a informaciones que aseguraban que lo había utilizado. No me consta
que sea verdad o mentira, pero en las fotos que se publicaron para
certificarlo, se le ve entrando en un vehículo que dicen es el oficial, con lo
cual la deducción más evidente es que no dijo la verdad, y eso supone un
lamparón más en su controvertida trayectoria. Y esto pasa porque los coches
oficiales de los políticos son casi siempre más utilizados para actividades
privativas que representativas, en este caso como si un episodio partidista fuese
institucional. Estos abusos deberían ser suficientes para suprimirlos de una
vez. Cobran su salario, se supone que disponen de coche privado y si no, ahí
está el transporte público o el de san Fernando, a pie o andando.
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