Agresión al río Sil

ES VERDAD que algunos ecologistas y defensores de la naturaleza y el medio ambiente alzaron tímidas voces quejándose por el vaciado del río Sil para ampliar la presa de Santo Estevo, pero ya digo, de escaso eco y no en la dimensión o resonancia que alcanzaron otras protestas menos justificadas, quizá al no intuirse ahora una rentabilidad mediática o política lograda en aquéllas. Aun teniendo en cuenta la envergadura de la obra que conlleva la ampliación hidroeléctrica, la muletilla ‘en aras del progreso’ no tiene fácil justificación, porque por mucho que el Gobierno diese el aprobado a la declaración de impacto ambiental, no deja de ser una agresión en toda regla a la flora y fauna de la Ribeira Sacra, además de causar otros perjuicios a la población de las zonas afectadas y al sector turístico, como puede ser la paralización de los catamaranes. Por cierto, si la Fiscalía acaba de denunciar el desecado del Eume, ¿no cabe una intervención similar en el Sil? Sólo pregunto.

(El Progreso, 26/4/10)