Un placer, amigos

Es un honor para mi el que visites mi página y espero que descubras algo que pueda interesarte. Además de reproducir los breves artículos de opinión que en días alternos publico en el diario El Progreso de Lugo, sobre variados temas del día a día, también procuro insertar pinceladas de actualidad, de contenido histórico (no al uso) o costumbrista para hacer más amenos los textos, viajes..., aparte de incluir algunos enlaces que pueden ser útiles en determinados momentos. También os invito a seguirme. Un saludo cordial desde la romana y amurallada ciudad de Lugo, la Lucus Augusti, en España.

martes, 13 de abril de 2010

Anecdotario del franquismo: "Tiene buenas agarraderas"

Bajo el epígrafe Anecdotario del franquismo pretendo recoger algunos chascarrillos o historietas que se registraron durante la dictadura y que tuvieron como protagonista al dictador y a las personas que con él se relacionaban, sin con ello pretenda abrir viejas heridas o frivolizar tan negra etapa de la historia de España.
Manuel Fraga, gallego de Vilalba, ex presidente de la Xunta de Galicia y ex ministro de Información y Turismo con Franco, protagonizó algunas, que adquieren especial relevancia por su forma de ser. Una de las más sonadas fue cuando, en una cacería a la que asistían el Generalísimo con su familia y varios ministros, acertó con un mal disparo introducir varios perdigones en las nalgas de Carmencita, la hija de Franco, quien comentó: "El que no sepa disparar que no venga a las cacerías". La cosa no pasó a mayores pero pudo ser una tragedia.
Otra muy curiosa, que recoge Fernando Díaz Plaja, en su entretenido Anecdotario de la España franquista (Círculo de Lectores), se produjo cuando Fraga, ministro de Información y Turismo, acudió a El Pardo, para quejarse por la actitud descortés que hacia él había tenido un gobernador civil. Con la violencia verbal que le caracteriza se atropelló informando al jefe del Estado de que aquella forma de tratarle había sido grave, teniendo en cuenta que en aquel momento él representaba a la máxima autoridad estatal. Franco dejó que se desahogase y al termina la airada queja, le dijo: "Cálmese usted, Fraga. No  se excite tanto porque no vale la pena. Además, yo de usted no intentaría nada en contra de ese gobernador, porque me han dicho (aquí está lo gracioso) que tiene muy buenas agarraderas".
Franco solía utilizar este sistema para desconcertar a sus visitantes, presentándose como uno más entre los españoles, como un simple espectador.

1 comentario:

Katy dijo...

Muy buen escritor Fernando Díaz Plaja.
Un abrazo

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