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Es un honor para mi el que visites mi página y espero que descubras algo que pueda interesarte. Además de reproducir los breves artículos de opinión que en días alternos publico en el diario El Progreso de Lugo, sobre variados temas del día a día, también procuro insertar pinceladas de actualidad, de contenido histórico (no al uso) o costumbrista para hacer más amenos los textos, viajes..., aparte de incluir algunos enlaces que pueden ser útiles en determinados momentos. También os invito a seguirme. Un saludo cordial desde la romana y amurallada ciudad de Lugo, la Lucus Augusti, en España.

sábado, 17 de abril de 2010

Anecdotario del franquismo: Nicolás Franco, el hermano frívolo del dictador


De los hermanos del general Franco, Nicolás siempre tuvo fama de ser el más frívolo y vivalavirgen de la familia del dictador, pese a lo cual se le encomendaron, tras la victoria de 1936, importantes cometidos en el organigrama gubernamental. Ascendido en 1942 a general de Ingenieros Navales de la Armada, Nicolás Franco se mantuvo como embajador de España en Portugal hasta 1957, cargo que por la cercanía le permitía atender a sus negocios en Madrid y a la vez fomentar sus distracciones sociales.
A su regreso a España, su hermano lo designó procurador en Cortes, cargo que desempeñó hasta su fallecimiento, en 1977. Tenía fama de frívolo, simpático y desvergonzado, lo mismo que su padre, en tanto que el dictador era vivo retrato de su madre, austero, serio y trabajador.
Quienes rodeaban al Caudillo nunca vieron con buenos ojos algunos comportamientos de Nicolás, pero casi nadie osaba hablar de ello en presencia del jefe del Estado, hasta que un buen día, un determinado ministro vio escandalizado en una revista extranjera al embajador posando en una playa de la costa azul francesa con una despampanante rubia en biquini, prenda que en España estaba totalmente prohibida. Y vio el pretexto perfecto para denunciar tal actitud ante su hermano, con la oculta esperanza de que adoptase alguna medida seria, como sería el de destituirle de su cargo. Sin embargo el chasco estaba servido.
"Excelencia, vea como se divierte su hermano", a la vez que le mostraba la foto de la revista. Franco, con mucha calma, la tomó, la miró con cierta sorna y sólo dijo: "Me parece que mi hermano ha engordado últimamente".Y aquí se cerró la historia para desencanto del chismoso.

 

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