La playa de Las Catedrales, prodigio de la naturaleza

Ahora que estamos a punto de entrar en época veraniega, y por lo tanto en la estación propicia para disfrutar de las playas, quienes visiten la costa cantábrica o el litoral de la provincia de Lugo (Galicia) tienen una cita obligada: visitar la playa de Las Catedrales, en el municipio de Ribadeo (Mariña lucense), uno de los atractivos turísticos gallegos a juzgar por los miles de visitantes que acude cada temporada. 
La playa de Las Catedrales (en gallego As Catedrais) es el nombre turístico de la playa de Augas Santas (Aguas Santas), y la denominación se debe al ex presidente del Gobierno, ya fallecido, Leopoldo Calvo Sotelo, que tenía fijada su segunda residencia en Ribadeo, por lazos familiares y en donde pasó su juventud, y ello se debe a la apariencia de sus acantilados, que en muchos casos simular los arbotantes y contrafuertes de las catedrales góticas. Arcos de piedra y cuevas en la roca son los elementos más característico de la playa, ya que parecen emerger de la nada en medio de la fina y blanca arena. Los arcos pueden medir hasta 30 metros de altura y tener un grosor bastante imponente al ponerse al lado.

Para disfrutar de la playa y de sus monumentos, debe aprovecharse siempre la marea baja o bajamar, debido a que sino es imposible acceder a la playa, ya que se llena completamente de agua. Con las mareas vivas la marea baja mucho más, pudiendo verse toda su inmensidad, pero se hace más peligroso al ser más rápidas y fuertes las mareas.
Con la marea baja es posible pasear por el arenal y admirar las hermosas formaciones rocosas, cuevas de varios metros, pasillos de arena blanca entre piedras negras, pozas de aguas turquesas, etc... Al final de la playa es donde encontraremos el paisaje más espectacular, la típica imagen de los arcos en fila, unos detrás de otros. Un verdadero prodigio de la naturaleza.