Los más crédulos podrían concluir que la compra de clubs de fútbol por jeques o holdings árabes, casos del Málaga, Santander o Getafe, puede ser por estrechamiento o intercambio de culturas, e incluso un brote verde auspiciado por la devaluada alianza de civilizaciones. O también un acercamiento de creencias para unificar doctrinas; al fin y al cabo el escudo del Getafe engloba una cruz latina y un corazón, que a alguien oí decir que es el (sagrado) de Jesús. Los menos cándidos no se lo creen y más les cuesta suponer que estos jerarcas salvadores dilapiden tan alegremente, sabiendo que todas las sociedades futboleras son una ruina, y menos que lo hagan de manera altruista para divertir a forofos ignotos, partiendo de la premisa de que nadie regala nada. ¿Qué se oculta, pues, detrás de tanta filantropía? Seguro que tiene una explicación que no intuyo, algún pretexto inconfesable habrá para que el capital árabe acometa la absorción del fútbol español, uno de nuestros bienes más preciados. Sí, pero ¿cuál es el intríngulis?
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1 comentario:
No escribiste nada interesante del tema PELOTUDO!, solo bla bla bla ... que pedazo de cornudo!
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