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Es un honor para mi el que visites mi página y espero que descubras algo que pueda interesarte. Además de reproducir los breves artículos de opinión que en días alternos publico en el diario El Progreso de Lugo, sobre variados temas del día a día, también procuro insertar pinceladas de actualidad, de contenido histórico (no al uso) o costumbrista para hacer más amenos los textos, viajes..., aparte de incluir algunos enlaces que pueden ser útiles en determinados momentos. También os invito a seguirme. Un saludo cordial desde la romana y amurallada ciudad de Lugo, la Lucus Augusti, en España.

viernes, 8 de abril de 2011

Las siete clases de españoles que clasificó don Pío Baroja

Don Pío Baroja en su mesa de trabajo
Don Pío Baroja, ensalzado por unos y denostado, casi siempre injustamente, por otros, era al fin un hombre sabio y, para qué recordarlo, uno de los grandes de nuestra literatura. Se ha dicho que su ideología hay que considerarla de forma inseparable de su temperamento. Las ideas sobre el hombre y el mundo que se desprenden de sus obras se inscriben a la perfección en la línea del pesimismo existencial. Es característico su radical escepticismo religioso, social, económico: "No existe --llegaría a decir-- verdad política y social. La misma verdad científica, matemática, está en entredicho, y si la Geometría puede tambalearse sobre las bases sólidas de Euclides, ¿qué no les podrá pasar a los dogmas éticos de la sociedad?".
Para Baroja el mundo carecía de sentido, la vida le parecía absurda y no albergaba ninguna confianza en el hombre. Acabo de descubrir un pasaje curioso relacionado con el escritor y que mantiene plena vigencia.
 

Corría el año 1904 y aquella tertulia, que había abierto nuestro don Ramón María del Valle-Inclán en el Nuevo Café de Levante, hervía por las noches con la flor y nata de los intelectuales de la Generación del 98 y los artistas más significados, entre ellos Ignacio Zuloaga, Gutiérrez Solana, Santiago Rusiñol, Mateo Inurria, Chicharro, Beltrán Masses o Rafael Penagos.
Y aquella tarde noche del 13 de mayo de 1904 el que sorprendió a todos los presentes fue Pío Baroja. Porque cuando se estaba hablando de los españoles y de las distintas clases de españoles, el novelista vasco sorprendió a todos y dijo: 
“La verdad es que en España hay siete clases de españoles… sí, como los siete pecados capitales. A saber:
1)     los que no saben;
2)     los que no quieren saber;
3)     los que odian el saber;
4)     los que sufren por no saber;
5)     los que aparentan que saben;
6)     los que triunfan sin saber, y
7)     los que viven gracias a que los demás no saben.

Unamuno y Benito Pérez Galdós aplaudieron a Baroja. Sobre todo por el último punto, el que dice “los que viven gracias a que los demás no saben”. Estos últimos se llaman a sí mismos “políticos” y a veces hasta “intelectuales”. 

2 comentarios:

Felipe Tajafuerte dijo...

Don Pío Baroja nos lo sería, pero tenía más razón que un santo. La clasificación de los españoles perfecta.
Un saludo

Francisco Espada dijo...

A primera vista sería el situado en séptimo lugar el más negativo, en cambio creo que el más nocivo es el que odia al que sabe y ni siquiera se preocupa de contagiarse del saber del otro.

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