Con independencia de que las banderas azules en las playas sean (o no) un camelo como otros muchos que sobrevuelan, As Catedrais, la emblemática playa de la costa de Lugo, en Ribadeo, se las arreglará este verano sin la enseña, y no va a pasar nada. Interesa más saber por qué fue desposeída. Dicen que socorristas tumbados a la bartola, suciedad…, cualquiera sabe, pero algún interés oculto habrá. Nadie da una puntada sin hilo. Pero si es por razones de limpieza, quienes las otorgan ya podrían preocuparse más por los arenales que premian, plagados sobre todo de colillas. Intentar extender una tolla en un espacio libre de restos de cigarrillos es imposible, y eso es una guarrada como una catedral, pese a quien pese. En Nueva York, por ejemplo, se prohíbe fumar en las playas.
Aquí, según se es tan estricto para evitar humo (a ver lo que dura) en locales públicos, bien podrían impedirlo también en zonas playeras, frecuentadas por mucha gente a la que más que el tabaco molestan los sobrantes. O habilítense receptáculos donde depositarlos y oblíguese a ello.
No hay comentarios:
Publicar un comentario