Enésima muerte de Bin Laden: ¿será la definitiva?

PARECE que esta enésima muerte de Bin Laden es la definitiva. Y digo parece, cuando escribo, porque recuerdo alguna otra anunciada, y todas fueron desmentidas: el pájaro seguía presto y raduo. Con más vidas que un gato, el líder de Al Qaeda siempre se las arregló para despistar a sus muchos perseguidores con su especial astucia, pero también es sorprendente que los norteamericanos, más listos que nadie en casi todo, hayan tardado diez años en echarle el lazo, provistos como están de los medios más avanzados para detectar y aniquilar a sus enemigos, lo cual tampoco dice mucho de su eficacia. Y aun siendo definitiva la baja, no deben cantar victoria muy alto, porque, con seguridad, la organización terrorista no dependía sólo de su jefe supremo, y si como dicen, algunos de los segundones son todavía más radicales, puede ser casi tan malo el remedio que la enfermedad, pensando en represalias. Por eso probablemente hubiese sido mejor cogerlo en plenas facultades; la capacidad de maniobra hubiese sido infinitamente mayor.