Fernando Alonso, soberbio y arrogante pero seguro

Confieso que Fernando Alonso no es un deportista de mi devoción, dejando a un lado como es natural cuestiones personales, pero me parece arrogante y soberbio, como no es el caso por ejemplo de Rafa Nada, que además de ser quizá el mejor deportista español de todos los tiempos, es una persona amable, sencilla, accesible y todos los adjetivos positivos que ustedes quieren otorgarle, porque se los merece.
Dicho esto, también me alegro por el triunfo de Fernando Alonso hace escasas horas en el gran premio de Corea, situándose al frente del campeonato mundial de Fórmula Uno, que posiblemente va a revalidar porque quedan dos carreras y mal tendrían que ponerse las cosas para que no lo consiguiese.
Con independencia, pues, de su carácter y de su forma de ser, Alonso es un gran deportista, un deportista seguro que, teniendo coche, demuestra que hoy por hoy es el mejor.
Es una buena noticia para el deporte español, que no para de conquistar premios y galardones en todas las especialidades habidas y por haber. No sé lo que va a durar esta buena racha, pero que nos quiten lo bailado.