Lugo celebró el día grande de San Froilán

Lugo celebró hoy, como lo viene haciendo desde hace más de setecientos años, el día grande de las fiestas de San Froilán, iniciadas ayer y que se prologarán hasta el 12 de octubre. La jornada alternó nubes, claros, lluvia..., algo de todo, pero no fue un día desagradable, con una temperatura otoñal, benigna incluso para esta época del año. Lo cierto es que se dieron cita miles de personas, procedentes no solo desde diferentes lugares de la provincia, sino de diversos puntos de Galicia, del resto de España y del norte de Portugal.
Aparte de los números propiamente festeros y de las barracas, el pulpo sigue siendo la principal atracción, y para ello se habilitaron cinco casetas, que son otros tantos restaurantes, incluso de lujo, que cada día aborrotan centenares de comensales, lo que ocurrirá hasta que finalice el mes de octubre. Cuando cierren se habrán consumido miles de kilos de cefalópodo, que se ofrece en las clásicas fuentes de madera, y al estilo de pulpo a feira, por ser el sistema utilizado en las ferias desde tiempos inmemoriales.
Las fiestas de San Froilán son para Lugo algo muy especial y muy propio, puesto que el santo nació precisamente en la ciudad. Después de haber llevado una vida como ermitaño en los montes de León, acabó siendo obispo de este diócesis (la leonesa) y en dicha capital reposan sus restos y de la que también es patrono. Su figura se representa acompañado de un lobo, porque dice la leyenda que cuando iba a atacarle, durante una de sus travesías hacia tierras leonesas, le detuvo y como castigo le obligó a llevar su morral, lo que la fiera aceptó mansamente.